sábado, 12 de marzo de 2016

Lider

¿Sabía usted que la Biblia no menciona ni una sola vez la palabra “líder”? Sin embargo en muchos pasajes, si podemos encontrar la palabra siervo. ¿Será que Dios quiere decirnos algo, sobre la característica primordial que debe tener un verdadero líder?
El liderazgo no es un concepto nuevo, pero si se ha puesto muy de moda. Y a pesar de ser el término del momento, se ha desvirtuado mucho desde las palabras de Jesús, relatadas en el evangelio de Marcos. Muchos de los líderes actuales buscan mas servirse a sí mismo, que servir a los demás. Y es precisamente sobre esto que Jesús está hablando: “Aquel que desee autoridad, ha de estar dispuesto a servir a los demás”. La palabra griega utilizada en este pasaje, para servidor es diakonos (διακουία). Esta palabra era utilizada para personas que tenían el honor de servir a otros. Y para poder hacerlo debían tener una serie de requisitos, entre ellos ser honestos; respetables; no ser codiciosos e irreprochables. ¿Cuántos de nuestros líderes actuales pueden cumplir con esta lista de requisitos?  Pareciera una lista simple, pero el estándar que tiene cada uno de esos términos, es en sobremanera elevado.
Cuando miramos a Jesús, vemos en su persona el fiel reflejo del autentico líder. El atractivo de su figura de liderazgo, radica en que se interesaba genuinamente en la gente. Jesús mismo, siendo la encarnación de la divinidad, no vino a ser servido, sino que escogiendo el camino del servicio, se despojó de sus derechos como Dios y con humildad vino a servir a quienes lo necesitaban. Precisamente de eso se trata el servicio, se trata de humildad. Reconocer que servir a los otros no te denigra como persona, es una forma de demostrar que no se es más que nadie, que no hay barreras. Pienso que se trata de compartir la carga. Cada persona que ostente un puesto de autoridad, debería aprender y poner en práctica este modelo de liderazgo que nos enseñó Jesús. Aunque hacer lo que Jesús nos enseña si se ha convertido en un concepto nuevo en estos días.
¿Así que ambicionas liderazgo y autoridad? Pues bien ambicionas, pero recuerda que el camino para ello es el servicio. Debes estar dispuesto a servir más que ordenar. Las personas tienen de sobra gente que quiera darles ordenes, pero gente que esté dispuesta a servir, de esos hay pocos. La autoridad y el liderazgo no se reclaman, el respeto de los demás debes ganarlo, con la humildad que solo el servicio puede dar.
Nota: Me refiero a la versión Reina Valera 1960. En otras versiones más actuales y de lenguaje sencillo sí se utiliza.

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